Al hablar de su experiencia, Max Leitner comentó: “Estamos rodeados de líneas interesantes y siempre me han atraído las posibilidades de la fotografía para diseccionar este entorno. Al utilizar las líneas de la arquitectura moderna para guiar y, a veces, confundir, el visor me permite transformar lo cotidiano en una nueva representación visual. Mediante la abstracción y la manipulación de estas líneas a través de la composición, es posible desafiar a la percepción del espacio que tiene el espectador. Vinimos a Varsovia para ver hasta dónde podíamos forzar los límites de la realidad, a la vez que plasmábamos la extraordinaria arquitectura contemporánea de la ciudad”.